TLta semana que finalizamos ha estado marcada una vez más por casos que han dado para muchas horas de tertulias, periódicos y conversaciones. El Tribunal Supremo ha abierto investigación a Rita Barberá , y la Fiscalía en su escrito de acusación solicita la pena de seis años de cárcel para el expresidente Griñán y diez de inhabilitación para Chaves por el caso de los ERE de Andalucía, cuantificando en 741 millones de euros el fraude a la Administración. Ahí es nada.

Opiniones para todos los gustos. Presunción de inocencia, presunción de culpabilidad para los políticos, pena de telediario, pena de banquillo, obligación de dimitir, ejemplaridad, etcétera, etcétera, etcétera. Todo ello aderezado con el lío interno del PSOE, que sale incluso a defender a los acusados en una actitud que ha adquirido incluso normalidad. ¿Recuerdan cuándo Vara ponía la mano en el fuego por Elia Blanco ? (Se la quemó). Un cóctel de tal magnitud que nos lleva a distraer los problemas a los que se enfrenta este país sin un gobierno.

Y ambos tienen un paralelismo y un camino para su solución: el consenso. Para la corrupción: más medidas de prevención y de castigo con más medios para combatirla. Más garantías para que quien la hace la pague. Lo demás es populismo y demagogia. Para el gobierno: ceder y conceder en ambas direcciones. Y sin lo uno no habrá lo otro. Pero mientras tanto estaremos entretenidos. Se quiere minimizar la corrupción, ¿sí o no? --acabar con ella ya les digo que es imposible por ser consustancial al ser humano. La ha habido, la hay y la habrá--. Se quiere sacar este país hacia adelante para evitar los problemas y la pérdida económica de la que nos alertan los indicadores, ¿sí o no?

Si la respuesta es "sí, pero", la realidad es que esconde un "no" por meros intereses personales y partidistas para subsistir. Permítanme que les diga que es un engaño que la única munición para engrandecerse sea el desmérito del adversario cuando no puedes presentar ni un solo mérito y, además, puede que tus desméritos sean incluso mayores, pero menos atractivos para la venta.

Si la corrupción es la munición de la que te nutres, es difícil tener la voluntad y la valentía de sentarse con todos a hablar de lo que necesita este país, incluido combatir con más dureza esa corrupción. En situaciones excepcionales se necesitan medidas excepcionales y muchos no están a la altura. Si todos hiciéramos una reflexión en estos momentos en el sentido de "todo lo que no suma, resta", como dijo el presidente Monago , a España le iría mejor. Es eso lo que se busca ¿sí o no?