WEw l largo y complicado proceso para aprobar la ´operación Corte Inglés´ en Cáceres, que requiere que el Pleno admita la modificación de uso del solar en el que se quiere construir, tomó ayer un nuevo rumbo a raíz de que el presidente de la Junta y secretario del PSOE en la región, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, anunciara al alcalde José María Saponi que el grupo municipal socialista "cederá" el voto que le falta al equipo de gobierno para sacar adelante dicha operación, que será sometida al pleno del próximo jueves, día 16.

Las manifestaciones de Rodríguez Ibarra han dado a este asunto un giro de 180 grados. Más acentuado porque se producen, además, 24 horas después de que el alcalde fracasara en el intento de convencer al grupo socialista de que no impidiera dicha operación. Saponi se encontró con la cerrada oposición de la portavoz socialista, Carmen Heras, que ha cimentado su postura en argumentos que iban más allá de los puramente políticos: en que el planteamiento del alcalde "roza la ilegalidad" y que su negativa se debe a que "es responsable".

El gesto de Ibarra significa, en primer lugar, el cumplimiento del compromiso que hizo en mayo del año pasado, cuando ante la salida de Felipe Vela del grupo popular dijo que el PSOE apoyaría al alcalde para que un tránsfuga no tuviera capacidad de influencia decisiva en la política municipal. Pero ese gesto --un gesto contra el transfuguismo-- ha supuesto también, aunque vestido de apoyo formal, una bofetada en toda regla a Carmen Heras, a quien la ha dejado sin discurso: mala salida tiene después de que, día sí y día no en las últimas semanas, la posición del grupo socialista se haya ido radicalizando contra la ´operación Corte Inglés´ y no se le haya hecho ascos a ir con Vela en este asunto.

¿Se podía haber compaginado el apoyo a Saponi con la salida airosa de Carmen Heras de este atolladero? Se podía. Y se debería haber hecho. Y, sin que se deje de reconocer la altura del gesto, ese es un error que ha cometido Rodríguez Ibarra. Porque con que Ibarra y los concejales socialistas cacereños hubieran previamente acordado una postura menos radical que la mantenida ahora por Heras --y que no sería ajena al PSOE, que ha venido manteniendo una posición templada antes de que se otearan las elecciones-- podía haber obtenido el mismo resultado sin necesidad de que su candidata --y hay que insistir en ello: su candidata, porque la designación de Carmen Heras para la cabecera del cartel del PSOE en mayo del 2007 ha sido una decisión personal suya-- tuviera que verse ante el papelón de tener que tragar no sólo con una posición que políticamente no traga, sino con una posición sobre la que está convencida de que, si la apoya, está siendo irresponsable y está alentando una operación que ella misma la ha situado al borde de la ilegalidad. Por menos razones, el concejal popular Rodríguez Cancho abandonó la Corporación y dio paso al siguiente.

Habrá que esperar acontecimientos. Sean cuales sean, los cacereños tienen derecho a que se les hable con claridad. Ayer lo hizo la secretaria local, Emilia Guijarro, que cerró filas con Ibarra, pero no el grupo municipal, que difundió un comunicado surrealista: apoyaba a Ibarra y, a la vez, pedía a Saponi que no llevara a Pleno la ´operación Corte Inglés´, cuando precisamente lo que había hecho el presidente era decirle a Saponi que lo podía llevar a Pleno porque él le prestaba apoyo. Equilibrios en la cuerda de los concejales cacereños. ¿Resistirán sin caer?