El número de exorcistas aumenta en España y no es para celebrar los 40 años de la novela de Peter Blatty y la película homónima. De uno oficial hace pocas fechas hemos pasado a ocho promovidos por el propio cardenal Rouco Varela . ¿Qué debe inquietarnos de esta novedad? ¿O debemos estar más tranquilos porque hay expertos en la lucha contra el Diablo? La existencia del Demonio es una petitio principii de los creyentes. Está claro que en este mundo de guerras, asesinatos, ambición, poder y mentira alguien o algo tiene que pulsar los resortes del ser humano hacia este lado oscuro. El problema de los exorcismos es el peso de la extensa filmografía de Hollywood sobre el tema que buscando la espectacularidad ha resumido el tema en un suerte de pirotecnia visual. Con la llegada de inmigrantes a España también han arribado algunas prácticas de santería, brujería y culto a Satán. El Demonio anda suelto, campando a sus anchas, haciendo de las suyas por España, y parece que se están tomando medidas. ¿La crisis es un territorio abonado para la expansión de Belcebú? La desesperanza puede llevar a muchos a inclinarse por el polo negativo. La verdad es que hasta para los sacerdotes exorcistas es complicado distinguir cuándo estamos hablando de posesión y cuándo de algún problema psiquiátrico. Afirman que de 400 casos que atienden al año tan sólo un porcentaje ínfimo puede calificarse de 'poseído' oficialmente. De momento, podemos estar tranquilos, crecer en un 800% en número de exorcistas significa que hay colchón suficiente para tener a raya el Mal. Pero yo veo tipos con rabo y tridente a diario. Refrán: En arca de avariento, el diablo yace dentro.