La criminalidad en la comunidad extremeña durante el 2002 se incrementó un 10% con respecto al año anterior, según los datos recogidos en la Memoria de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) y presentados ayer por el máximo responsable del ministerio público, Jorge Sena. Aunque la relación entre el número de procedimientos incoados y el de delitos registrados no tienen por qué ir emparejados, el informe sí puede servir para dar una idea de los principales problemas que en materia de seguridad afectan a los ciudadanos. Si revelador es este incremento de la criminalidad, caben otras lecturas de esta memoria, como es el auge de los delitos de lesiones o la extrema vulnerabilidad de los jóvenes frente a los mensajes violentos que transmiten algunos medios. Al respecto, el fiscal jefe señaló que un joven extremeño puede ver en un año hasta 2.000 homicidios por televisión o cine, algo que invita a una obligada reflexión.

Por último, este repunte de la criminalidad coincide con una insuficiente dotación de personal en la comisarías extremeñas, algo que reconoció esta semana el propio delegado del Gobierno, Oscar Baselga y que obliga, de igual modo, a poner todos los medios que sean necesarios para reducir las acciones delictivas.