XLxa absurda decisión de recurrir contra la ley del matrimonio gay ha suscitado en el interior del PP bastante más malestar de lo que se esperaba. Resulta que la oposición interna a la medida no se reduce a los sectores conocidos como más templados o centristas, sino que atañe también a no pocas personas consideradas habitualmente como de la línea de derecha dura, como Esperanza Aguirre .

La presidenta de la Comunidad madrileña ha hecho una dura descalificación política de la decisión de Mariano Rajoy, Zaplana y Acebes , y ha dejado bien clara su acertada opinión de que esa decisión va a ser entendida como un ataque o un rechazo a los homosexuales y no simplemente como un posicionamiento en contra de la legalización del matrimonio entre ellos. La presidenta madrileña tiene, además, mucha razón cuando argumenta sobre la inoportunidad política del recurso de inconstitucionalidad. Otra posición en contra muy cualificada es la del alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso , aunque en este caso se trata de un hombre bien conocido por su pensamiento más abierto y más centrista dentro del PP. El colectivo de gays y lesbianas del PP se ha manifestado radicalmente en contra de la medida, aunque su presidente no ha hablado todavía de disolución del mismo o de abandono del partido por sus integrantes. El caso es que el PP de nuevo se coloca en el punto de mira de todos los sectores de la ciudadanía, con la excepción del minoritario mundo de la carcundia o de la caverna, que ya no sabe uno cómo calificar a tales grupos sin que se sientan ofendidos.

Se sabe que hay infinidad de personajes importantes dentro del PP que todavía prefieren guardar en el anonimato su oposición a ésa y otras medidas de carácter ultraconservador. Y se sabe también que es muy probable que se extienda la crisis interna y que estalle por algún lado. Lo que me pregunto es por qué hacen esto, y sin contar con el aval de ninguno de los altos órganos del propio partido, que ésa es otra. Resulta que todo es una decisión del núcleo duro, pero no orgánico, del PP. Que lo aclaren.

Con la decisión de presentar un recurso ante el Constitucional contra los matrimonios gays el PP de nuevo se coloca en el punto de mira de todos los sectores de la ciudadanía, con la excepción del minoritario mundo de la carcundia o de la caverna