Si nos atenemos al tono que durante los últimos días ha venido utilizando el todavía alcalde placentino, José Luis Díaz, para criticar a sus propios compañeros de partido por su descabezamiento como candidato a las próximas municipales, poco margen de maniobra le queda al equipo de Carlos Floriano para evitar una candidatura independiente en la capital del Jerte. Y, al margen de que sea o no el candidato idóneo, si algo llama la atención de esta operación es el práctico mutismo que los responsables del PP regional han venido mostrando durante esta semana, sin ofrecer ni una sola argumentación que sustente la decisión de prescindir de Díaz para el próximo 25-M.

La puesta en escena que supuso el acto de apoyo al actual alcalde, arropado por sus fieles el pasado jueves, viene a condimentar todo un plato que a buen seguro será difícil de digerir para los responsables provinciales y regionales del PP. Pero en el propio partido saben que, de momento, Díaz se está revolcando tan sólo verbalmente, ya que en ningún caso se ha planteado el relevo de la nueva candidata oficial, Victoria Domínguez, de sus actuales funciones ejecutivas en el equipo de gobierno que él mismo capitanea, cuando motivos parecen no faltarle. Plasencia se ha convertido en un hervidero.