La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner , ha recurrido a lo menos diplomático que hay, el insulto, para negociar la soberanía de las Malvinas. Llamó ´mediocre´ al primer ministro británico David Cameron, que se había negado a entablar conversaciones sobre las islas en disputa. Con el proceder de la presidenta, la argentinidad de las Malvinas se aleja.