TEtspaña es una pelea sectaria. Nunca en todo lo que llevamos de democracia hemos tenido un nivel tan bajo en cultura política y tan alto en confrontación y sectarismo. Jamás ha tenido la casta política en su conjunto esta falta de talla, de inteligencia, de generosidad y de insensatez. Es grave. Pero es aún peor que el pueblo llano se haya ido deslizando por esos mismos derroteros de enfrentamiento partidista, cayendo en la perversión de considerar al otro enemigo, de odiarlo, tan sólo por no ser del mismo partido.

El final del franquismo y la transición política parecieron haber alumbrado un nueva cultura política en España: la de la Reconciliación (así bautizada por el entonces poderoso PCE) y la del Respeto. Y fue bueno, y fue hermoso, y funcionó y trajo magníficos frutos. En libertad y en progreso. Al país, bien lo dijo Guerra , no lo conoce ni la madre que lo parió. Lo ha conseguido la sociedad española y hemos de sentirnos profundamente orgullosos, por lo que nos toca, por nuestro trabajo, de haber sido los verdaderos protagonistas del milagro . Pero en la abundancia y en el bienestar se nos ha venido a desatar, y no voy a entrar en quién desató la bicha el primero, el viejo demonio familiar. Las gentes, muy alentadas por la terrible irresponsabilidad de sus dirigentes políticos, vuelven ahora a despreciar ese respeto al otro y el clima de tolerancia con las ideas del contrario para despeñarse en la satanización del rival. Resuena la palabra facha por todo el territorio, con ira, hasta con ansia vindicativa, y contrarresuena con idéntica fobia la de progre y rojo de mierda entre gentes y vecinos que comparten todo, y casi los mismos e idénticos valores y a los que sólo separan siglas y griterío, algún amargo recuerdo de una guerra de hace 70 años , pero sobre todo los separa el haberse perdido como personas el respeto. Han perdido tal condición el uno para el otro y se han convertido en sectarios enemigos.

Es una triste situación, es un penoso retroceso. Tiene culpables. Quienes han provocado desde los liderazgos políticos ese enfrentamiento, esa vuelta a las dos España. Están alentando el odio, están excitando lo peor del instinto del pueblo. Pedirles a ellos que reflexionen es inútil. Espero que no lo sea el hacerlo a las gentes. Todavía hoy son bastante más sensatas, respetuosas y generosas que quienes las representan.