Esta carta va dirigida al delegado de Tráfico del Ayuntamiento de Badajoz, pero como no hay en estos momentos, a su sustituto provisional, el alcalde Miguel Celdrán.

Me pregunto lo que puede costar la vida de una persona. Llevamos dos años y medio pidiendo reductores de velocidad, para colocarlos en la recta de la calle Tomás Rabanal Brito, justo donde empieza el colegio Santa Engracia en la Barriada de los Colorines de Badajoz, aquí casi siempre hay salida y entrada de niños.

Ya en dos ocasiones nos hemos dirigido al jefe de Servicio de Vías y Obras, Miguel A. Bonilla García, se han presentado escritos pidiendo estos resaltos como la posible solución a las carreras ilegales que se llevan a cabo en esta recta, la policía local tiene en su poder vídeos de estas carreras.

También hemos acudido en tres ocasiones al superintendente de la policía local, Miguel Sardiña González, este señor reconoce la necesidad de estos resaltas y demanda la colocación de los mismos. Según nos dice, ha mandado un informe favorable al departamento de Vías y Obras, en concreto al señor Bonilla.

También hemos acudido en dos ocasiones al exconcejal de la Policía Local, José Antonio Monago Terraza; en una al concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo y, por último, hemos pedido cita para ver al alcalde.

Con este asunto creo que se está jugando a la lotería y no se le está dando la importancia que requiere. Ya que quienes hacen estas carreras ilegales a veces hacen hasta sus apuestas, piensan y no dudan en decir que los niños de la barriada están acostumbrados a ver y pasear cuando hay carreras de coches.

Por favor cuánto vale la vida de una persona, seguro que más que unos resaltos u reductores de velocidad. Entonces, a qué esperan para colocarlos. Llevamos dos años y medio esperando.

Antonio Chachón **

Pte. Asociación para la Recuperación de los Colorines de Badajoz.