TEtn tiempos de Franco se prohibió el carnaval, la hermosa fiesta populachera y licenciosa. En aquellos años de Nodo y blanco y negro molaba la Cuaresma, flaca, ceñuda y espectral, que con su ejército de verduras y pescado, batió a don Carnal según descacharrante crónica del jovial Arcipreste de Hita allá por el S XIV. La dama fue preclara visionaria de la medicina moderna, enemiga acérrima de triglicéridos y colesterol, amante del estilo de vida saludable, parodiado con insólito descaro por alegres disfrutones, entre ellos mi añorado padre: "Todo lo que me gusta es inmoral, es ilegal o engorda". Según Juan Ruiz , y no hay por qué desconfiar de él, Cuaresma, Ayuno y Penitencia retaron en singular batalla al gordo de don Carnal. Este no pudo eludir el choque, aun desconfiando de sus desahogadas tropas: tocino, cecina, capones, lechones y las más estupendas grasas que usted pueda imaginar, sobre todo en esta Extremadura nuestra, campeona de las morcillas de Arroyo, la patatera, el jamón de Montánchez y demás delicias. El cronista narra que antes de la batalla, como había comido y bebido demasiado, se hallaba el paladín en exceso abotargado y sus huestes como él amodorradas, así que sucumbieron sin contemplaciones ante el puerro cuelliblanco --el primero en herir al desgraciado-- y toda la tropa del mar que integraba el ejército rival. La sardina hirió a la gallina, las anguilas y las truchas sacudieron al enemigo, el atún acorraló al tocino y los cazones mataron perdices y castraron capones. Vencido y desarmado el grasiento batallón su jefe fue condenado a garbanzos, espinacas y toda la cuaresmal dieta. Hoy, miércoles de ceniza, debería empezar esta gastronómica temporada. Aunque realmente la mayoría de los españoles, por salud o por estética sin ética, estemos sentenciados a tan austeras recomendaciones. En Cáceres 2011, la crisis o el desencanto nos han hurtado el efímero triunfo de don Carnal en carnaval y la hoy más que nunca necesaria recomendación al carpe diem , pero no desmayen. Obedezcan a doña Cuaresma. Su salud y su bolsillo lo agradecerán.