TJtulián ha decidido no coger el coche y darse un paseo hasta el instituto donde tiene una cita con Amancio Bueno , profesor de su hijo Fran . No se le quita de la cabeza el accidente que tuvo su hijo con la moto, ya no por él, que salió ileso del aparatoso golpe, ni por la moto que quedó bastante tocada, pero se puede arreglar; sino porque Fran, que acaba de cumplir diecisiete años, dio positivo en el control de alcoholemia.

Amancio Bueno, un profesor comprometido y con un instinto pedagógico admirable, ha oído decir a su hijo y a otros chicos que sus padres hacen botellón, se emborrachan, toman pastillas y otras cosas poco decorosas. Julián sonríe y recuerda la cara de idiotas que pusieron los chavales cuando él y su mujer, junto a muchos padres y madres de otros muchachos, hicieron un botellón teatralizado al lado del de sus hijos. A él el papel de borracho le salió perfecto.

Evoca Julián, que siempre ha vivido en Cáceres, sus diecisiete años. El bar Galán, en la calle Santa Gertrudis, por la plaza de Toros, donde tomó su primer cubata, que le costó doce pelas, justo a comienzo de los años ochenta. Seguramente hubiera dado positivo si le hubiesen hecho el control de alcoholemia, pero claro, entonces casi ningún chaval tenía moto.

Se acuerda perfectamente de una tasca, a la que su amigo Nacho puso el ocurrente nombre de La Chicharrera , que había en la plaza de Santiago, donde los abuelos, sanotes ellos, cigarrillos Ideales o Celtas Cortos entre los dedos, bebían sus pistolas --botellas de Mirinda o Fanta llenas de vino peleón--. Y ellos, chavales de diecisiete años, sacaban a la calle litronas de cerveza y botellas de calimocho para beberlas a morro. Claro, que tampoco caían muchas porque no había manera de estirar las pesetas, y cuando se acababan, a verlas venir. Quizá ahí estuvo el inicio del botellón. Ahora, eso sí, salían de casa a las seis de la tarde y a las doce, como mucho, estaban recogidos. Estos chicos de ahora es que salen muy tarde.

Julián piensa que quizá, entre sus diecisiete años y los de su hijo no haya tanta diferencia, pero claro, entonces la paga sólo daba para varios cubatas a doce pelas.

*Pintor