Los presupuestos presentados por la Junta de Extremadura para el próximo año 2020 me recuerdan la fábula de«La lechera» de Samaniego:esaen laque las cábalas de la lechera daban por hechas una serie de cuentas que le permitirían ir aumentando sus ingresos hasta llegar a comprar una vaca y un ternero a partir de un cántaro de leche.

Así son los presupuestos extremeños, una auténtica quimera. El planteamiento es el siguiente: parten del supuesto de que Extremadura está creciendo y ello llevará a más empleo, éste a más gente realizando declaración de IRPF y consumiendo más, por lo que también se recaudará más IVA. El cuento es que imaginan de esta forma que se ingresará 192 millones de euros más por estos dos impuestos, cuando la realidad es que el crecimiento económico y el consumo de las familias están cayendo.

La Agencia Tributaria dice que lo recaudado de IRPF este año hasta octubre ha disminuido en un 1,4% respecto al mismo periodo de 2018. La tendencia por lo tanto es a la baja, así que debemos concluir que si la Junta espera recaudar más, es porque nos esperauna subida de impuestos.

Como esto era poco, le añaden 90 millones de inversiones extraordinarias del Gobierno en Extremadura. Esto sí que es echarle imaginación al papel, porque estamos en un momento en la política nacional en el que Sánchez seguramente esté pensando en las inversiones extremeñas, sí, para él ahora mismo es lo más importante…en plenas negociaciones con los independentistas catalanes.

A lo largo de 2020 llegará la cruda realidad. Esos ingresos ficticios no entrarán en las arcas extremeñas y disminuirá aún más la inversión; se dejarán de ejecutar obras que siguen esperando año tras año, y las políticas de empleo o dinamización de la economía brillarán por su ausencia.Eso sí, se asegura aumentos de sueldo para algunos altos cargos del SES y a otros le equiparan el sueldo al nivel de un consejero sin serlo.

Ocurrirá lo mismo que en 2019, en el que lo realmente gastado por la Junta a finales de octubre, por ejemplo, en inversiones, era del 18% de lo que se había presupuestado sobre el papel. Será de nuevo como el cuento de la lechera, a ella se le rompió el cántaro de leche y no tuvo ni vaca ni ternero; Extremadura no tendrá ni inversiones, ni más empleo, ni medidas que activen el crecimiento de nuestra región.Nuestra leche derramada será más deuda, más déficit y menos empleo.

*Ingeniera agrícola y diputada del PP.