Sin ser militante de uno u otro partido, sin conocer a fondo la oferta electoral de cada uno de los grupos que se presentaban a las elecciones del pasado 14 de marzo, sin menospreciar a ninguno de los candidatos a la presidencia del Gobierno, sin tener una predilección hacia una formación concreta, sí debo destacar la grandeza de la democracia y el buen hacer de los contendientes ante la alternancia política. Transcurridos los primeros momentos de inquietud ante los resultados electorales, debo señalar el buen comportamiento de los líderes, tanto de los que saben encajar la derrota como los que saben dosificar su triunfo sin grandes aspavientos. Es el buen talante de nuestros dirigentes que está muy por encima de las diferencias ideológicas. MARISA GOMEZ. Badajoz.