Profesor de la Uex

La comunicación física, con su consiguiente mejora en la facilidad para el trasvase de pasajeros y mercancías (llámense, en este caso, transportes ferroviarios) y/o la comunicación mental (organización y buen puerto de empresas comunes) es base para el entendimiento y la comprensión; pero también viceversa; aunque no siempre... Sobre todo, cuando se hablan lenguas tan próximas, como, a veces, muy distantes en significantes y significados; o cuando la sintaxis verbal o política se construye organizando las ideas y los sintagmas de forma diferente o diferenciada; y, aunque sea con el mismo valor final, el discurso, al principio, parece, de manera inquietante, otro muy distinto y lejano al que podríamos o querríamos comprender y en el que quisiéramos coparticipar; aunque termine teniendo los mismos resultados prácticos y acaben conduciéndonos al mismo y deseado destino. Como magistralmente resumiera nuestro querido lusista Ramón Gómez de la Serna a sus contertulios de Pombo: "La separación de España con Portugal es más bien una unión tan extensa y tan larga como lo es la Península, en un contacto apasionado y que crea un estrecho parentesco carnal, todo es contacto natural...". Y es que, indubitablemente, más allá de lo físico o mental se encuentra la catarsis esotérica de la metafísica geográfica y corporal, de su dinámica y organización tántrica, que nos permite vibrar casi sin tocar. Comprendemos, ahora más que nunca, desde que Saramago nos hablara de nuestra "Jangada de pedra" (o balsa de piedra) que el cuerpo de la geografía peninsular alberga razones en su articulación que no permiten desvíos, ni amputaciones, sin que resulten dolorosas e inapropiadas, dañen al resto de sistemas o nieguen posibilidades a áreas por desarrollar o expandir en su interconexión y beneficio con las restantes. Como si de un círculo mágico pitagórico se tratara, la piel de toro reclama su cuadratura, antes o más que nunca en este siglo XXI, cuando el desarrollo de las nacionalidades en un mismo espíritu estatal y la sabia conjunción biestatal pudiere procurar sinergias como sólo sabría facilitar la preanunciada "supra-na§ o" pessoana. Y siempre deberán recordar todos sus sucesivos políticos pertinentes u ocasionales que, aunque todos los puntos equidistantes del centro que es Madrid (¿o es Toledo?), no muestren aún la misma condensación geográfica poblacional o de actividad económica, cualquiera de ellos es equivalente en el desarrollo de su potencial. Ahora bien, como ya escribiera Almada, la armonía y el equilibrio es siempre delicado y difícil de conseguir y perpetuar.

¿Deberemos creer que bromas como la T tumbada son sólo estrategias para lograr la Pi , que es pitagórica y es superior? Evidentemente que sí o más nos valdría que fuese así. Caminemos en la senda por la que no perdamos el punto, a fuerza de no perderlo todo. Animo y que el compás dibuje con claridad el círculo y la mano firme, con la ayuda de su escuadra, encuentre las uniones equivalentes del rectángulo, que es Portugal, de Vigo con Oporto, Salamanca con Aveiro, Badajoz con Lisboa y Faro con Huelva y Sevilla.

El resto, como dice ahora siempre un compañero mío, son sólo elucubraciones; por supuesto que impertinentes... (por que las pertinentes son éstas, las otras, por más que también sean elucubraciones necesarias del pensamiento y la acción).