DAMA DESCONOCIDA

Mucho me alegraré que al ser ésta en su poder se encuentre usted bien. Yo, aquí en Extremadura, quedo bien, gracias a Dios. Señora mía, espero sepa disculpar mi atrevimiento al escribirle una carta sin que nos hayan presentado pero, como todo el mundo nos dice que mañana hay que votarla, quería yo antes contarle cómo la veo y compartir mis pensamientos con los paisanos que siguen mis cartas.

Por aquí han venido vecinos de Madrid y de Bruselas, alguno nacido en Ibahernando, hablándonos de usted y, por las maravillas que cuentan, yo creo, señora mía, que ha de ser usted un ejemplar de bandera. Otros, con la voz más apagada, parece que le aprecian pero nos lo dicen como susurrando. Como si hubieran tenido en otro tiempo buenas relaciones y ahora la cosa se hubiera apagado un poco. Los menos, desde posiciones más lejanas, están en contra suya de manera total. Deben haberle propuesto relaciones y usted les dio calabazas o quizá fueron derechitos al nido y les paró los pies. Estos la presentan como una pieza de armas tomar.

Ante ese barullo de cosas, señora mía, mis paisanos y yo andamos algo confundidos pero animados para acercarnos mañana a meter la papeleta y que salga el sol por Antequera.

Nos dieron hace días al comprar los periódicos un libro que hablaba de usted. Fue una cosa fría. Para empezar una relación, doña Constitución, pienso yo que es imprescindible una foto. La hubiéramos aceptado hasta un poco trucada para favorecer el aspecto en esta era de la imagen. Pero una foto, por favor. ¿Cómo vamos a relacionarnos sólo con letras? ¡Algunos no han aprendido, señora mía, que una imagen vale más que mil palabras!

Como quiera que sea, la vamos a votar porque yo creo que usted es algo así como la championleage. Lo que en su tocaya española es un Mallorca-Málaga, en usted viene a ser un Real Madrid-Juventus. ¡Hay diferencias, coño!, con perdón. De cualquier forma, si me permite un consejo, cuando vaya visitando los 25 países de su territorio, debe presentarse con una buena imagen, donde aparezca usted guapa, fresca, solidaria y dispuesta a mantener relaciones con cualquier persona, sin mirar su color, su sexo ni su bolsillo. Y de mirar los bolsillos, que sea usted siempre más fiel con el que menos tenga.

Así la deseamos todos y muy especialmente éste su seguro servidor que hoy besa su mano y mañana le dará el voto. Atentamente.

*Periodista