Resulta curioso, cuanto menos decepcionante, cómo a los ciudadanos se nos priva del derecho a la información que supone la celebración de un debate televisado entre candidatos, previo a las elecciones. La cita electoral del 1 de noviembre en Cataluña no sólo concierne a los votantes, sino a toda España y sin embargo, la disculpa del uso del catalán en el debate y su férrea defensa, puede hacer que al final no se celebre el encuentro entre el candidato de CIU (Artur Mas) y el del PSC (José Montilla).

Si la lengua es un vehículo de comunicación, ¿por qué no utilizar aquella que todos podemos entender, teniendo en cuenta que las elecciones catalanas interesan en toda España? Esta anécdota , previa a las elecciones, es una muestra más de ese rancio posicionamiento nacionalista, que lejos de acoger la diversidad y la apuesta por la integración, se parapeta en una actitud excluyente. Paradójico es comprobar cómo en la época en la que la globalización es ya un hecho e Internet (esa poderosa herramienta informativa de uso común que nos une a todos), algunos se obstinen en seguir poniendo barreras.

Lo peor es que, si los pactos que auguran los analistas políticos finalmente tienen lugar, (parece que Mas ha anunciado que no quiere arrimarse al PP y que ERC puede estar en su punto de mira), y Mas no consigue su mayoría absoluta, es probable que nos encontremos con alianzas que nos alejen aún más de una Cataluña más tolerante y menos excluyente. Una pena.

Yago Cano García **

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