TUtna inteligente madre protagoniza una campaña mediática que reclama unos deberes justos. Cuenta ya con mogollón de firmas. Porque, preguntados los angelitos, los números resultan escandalosos. "El 25% de las niñas y un 34% de los niños españoles de 11 años aseguran sentirse presionados por los deberes. (...) El porcentaje aumenta con la edad: un 55% de las niñas y un 53% de los niños a los 13 años y un indecente porcentaje del 70% de las chicas frente a un 60% de los chicos a los 15 años".

Una recuerda entonces al inocente profesor de tercero de inglés que animaba a sus alumnos en la EOI a hacer los deberes si querían aprender algo y le entra la risa floja. Y el desánimo. La madre justiciera, antes de exponer las cifras, anima a la rebelión con el siguiente prólogo: "Lo que más tiempo me ha robado, lo que más fines de semana me ha fastidiado, más tardes me ha estresado, lo que ha jorobado más nuestras vacaciones, y lo que de verdad hace imposible planear un fin de semana fuera con otros amigos con todos los niños en una casa rural no son los bebés; los bebés son unos santos... son los deberes". Dejo al buen criterio del inteligente lector el juicio sobre las trascendentes razones de la madre protestona. Y manifiesto que aunque sin ser pedagoga, tras tantos años como profesora, algo he aprendido. Es importante que los niños estén motivados, y mucho mejor que se diviertan cuando estudian. Pero estudiar en sí mismo no es divertido. A menudo trato con alumnos estupendos híperprotegidos por unos padres que entienden mal su labor, y que incluso restan autoridad a los profesores. Y no he llegado en todos mis años de docencia a descubrir la fórmula que haga que los alumnos aprendan sin poner de su parte el esfuerzo e interés que conlleva necesariamente horas, y muchas, de estudio silencioso y sacrificio.

Por último, sostengo que igual que, pese a toda la falsa publicidad milagrera, es imposible saber inglés sin miles de horas previas de trabajo personal, no hay fórmula para aprender sin aplicación. Lo que incluye hacer deberes. Todos los que mande el profesor.