TTtodo fue un error, gigantesco error, nunca debimos hacerlo, mentir hubiera sido mejor, huir, esquivar la verdad, evadir las certidumbres, debimos escapar mucho antes hacia el paraíso con la maleta llena de engaños y todo ese fervor de consabida impunidad. Te declaro desde hoy la guerra, mi guerra... por todas tus mentiras, por el saqueo constante al que me sometes aún en mi absoluta miseria.

Error, estúpido error el haberte encomendado mi hacienda, lo único tangible que poseo y que esquilmas sin ningún atisbo de arrepentimiento. Te declaro desde hoy mi enemigo por escupirme tus errores a la cara sin un ápice de rubor en tu cara ni en tu discurso plagado de contradicciones, eres pura tiniebla cuando emerges del cieno que te rodea.

Eres un error de cálculo y te has descubierto a ti mismo como el mediocre gestor que anidó siempre en todas y cada una de tus terminaciones nerviosas. El germen de algunas ideas subversivas, inquietantes, por las que precisamente estos días te llueven palos. Eres un hombre de ida y vuelta y cuanto antes pases a la reserva mejor para todos.

Error sobre error haberte confiado lo más sagrado, porque he comprobado que en lugar de esponjarse y aumentar como bizcocho dentro de un horno, ha menguado como un corazón estrujado por la mano de un advenedizo. Todo lo que poseo ha quedado reducido a ceniza, por tu retahíla de estúpidos errores. Eres la mano potente de hierro que se lanza contra el débil, y la delicada pluma que acaricia el lomo del todopoderoso. Persigues con tu lengua afilada a periodistas y gentes de la farándula y opositores a tu religión, pero defiendes con uñas y dientes a una peculiar fauna de gentelmans-cuello cisne.

XERESx un error sobre otro, un cúmulo de falsas explicaciones que me confunden y predisponen contra ti. Me vienes a la memoria en forma de PIB y todo cuanto me vendes es humo en forma de estadística, diagramas de consumo y gasto público que te cocinan la noche antes de salir al ruedo como un toro desbocado.

Te declaro mi guerra por hacer campaña hostil contra los que menos tenemos, mi hostilidad declarada hasta el final de la legislatura porque será mi ruina. Haces añico cada año mi paupérrimo patrimonio y ahora nos enteramos de los errores que a otros les perdonas. Esperpéntica campaña de la "Hacienda somos todos", te declaro una vez más mis íntimas posesiones y tu me devuelves un borrador reclamándome más y más, ¿qué más quieres de mí? Te lo he dado todo y tú más y más, apretando mi cintura hasta dejarme exhausta.

Qué gran error haberte dejado entrar en mi vida, qué gran error haberme creído que buscabas mi declaración de amor cuando sólo buscabas mi cartera.. todo fue un error Cristóbal , no debimos intimar hasta este punto, ahora tú lo sabes todo de mí, pero... ¿y yo, qué conozco yo de tus intimidades? Me hablas de reajustar el presupuesto, pero ¿cual de todos, el tuyo o el mío?

Presumes de haber sido el héroe de la Eurozona, pero... ¿acaso te importa mi Europatio? Yo vivo cada día regando sus macetas y tú cortándome el grifo del agua. Pues que sepas que mi Eurocorazón ya no puede más, está seco como el color de este verano que acabamos de estrenar, está herido de muerte y a punto de extinguirse. No hay mayor error que el de tus enredadas y confusas explicaciones ante la opinión pública, sobre todo porque llegaste a utilizar la palabra "error" hasta en 38 ocasiones sin ningún tipo de hilo argumental, sin ningún análisis sólido que respaldara el origen y sustancia del "error". Y para mayor ofensa del respetable, confiesas no estar en condiciones de explicar nada... grande Cristóbal muy grande como hombre de negro, pura tiniebla.

Mi declaración es tuya, mi diminuta hacienda también, tómalo todo, tuyo es pues tu mandas y gestionas, pero te advierto una cosa, si en alguna ocasión me fuera detectado un mínimo error espero tu indulgencia, espero que me pidas perdón como a la Casa Real y sobre todo espero que como contraprestación, me devuelvas lo que es mío y por error me arrebataste, que me pidas perdón en comparecencia pública y reconozcas hasta 38 veces que "todo fue un error". ¡Ah! Y de paso exijo que me hagas una declaración pero no de las tuyas... sino de amor.