A pesar de las apariencias, en muchos casos forzadas, hay buena sintonía del Gobierno con el PP para desoír los cantos de sirena que llegan desde el entorno de ETA, con la inestimable colaboración del samaritano llamado Brian Currin . En el fondo, ni éste, que reclama a ETA el alto el fuego "permanente y verificable" ni los que hablan por boca de Arnaldo Otegi , exlíder de Batasuna, aportan nada distinto a la petición de una nueva entrega del llamado proceso de paz .

Pero ahora sólo cabe la negociación sobre el cómo, cuándo y dónde se dejan las armas. Sin embargo, la derecha furiosa sigue insinuando que, de uno u otro modo, Zapatero y su gente siguen jugando a reabrir el proceso. La carga de la prueba lleva el nombre de Jesús Eguiguren , presidente del PSOE guipuzcoano, al que se vincula maliciosamente con Otegi, después de que aquél compareciese en un juicio como testigo de la defensa de éste.

Ha tenido que venir el presidente del PP de Guipúzcoa, Borja Sémper , a devolvernos la perspectiva sobre la figura de Eguiguren, cuyas posiciones favorables al entendimiento con los amigos de ETA siempre le pusieron bajo sospecha. Sus imprudentes comentarios y la tendencia de sus adversarios a buscarle las vueltas al PSOE le acabaron de convertir en prueba de cargo permanente en manos de quienes siguen insinuando irresponsablemente que el Gobierno Zapatero se entiende con ETA, o lo intenta, por debajo de la mesa.

Los patrocinadores de dicha insinuación, los que la agitan con más descaro y menos rigor, no representan a la línea oficial del equipo instalado en la calle Génova. Es la parte de la derecha política y mediática que lleva en el devocionario no a Mariano Rajoy sino a Esperanza Aguirre . Y, concretamente en este tema, al exministro Jaime Mayor Oreja , uno de los convencidos de que Zapatero está preparando las condiciones para volver a negociar con la cúpula de la banda terrorista.

Pero también es cierto que los Rajoy, Cospedal, Santamaría, Trillo , etcétera, suelen mirar hacia otro lado cuando se inocula en la opinión pública semejante sospecha. O cuando se habla de Eguiguren, y su obstinación en tender puentes con dirigentes de la izquierda abertzale, como elemento de convicción para hacer creíble la sospecha.

Por eso tiene un mérito mayor el coraje que ha tenido este dirigente del PP vasco, Borja Sémper, saliendo al paso de quienes estos días han puesto al presidente del PSE de Guipúzcoa a los pies de los caballos. "Jesús Eguiguren es un enemigo de ETA y un amigo de la libertad. Lo ha demostrado en los años que lleva luchando contra ETA", dice Sámper en declaraciones a El País .