El atropello mortal que en la madrugada del pasado domingo sufrió María Julia Gamero, de 45 años, cuando, en su moto, se dirigía a su casa después del trabajo, ha levantado una ola de protestas entre los vecinos de la Avenida de Las Delicias, donde tuvo lugar el accidente. Las últimas, las de su marido, José Gómez, y su hijo José, quienes en estas mismas páginas reclaman que se tomen medidas para evitar que accidentes como ese vuelvan a producirse.

Los vecinos --y también profesionales del volante y conocedores del tráfico como los taxistas y la asociación de autoescuelas--, solicitan al ayuntamiento que impida con reductores, radares, señales de limitación, etc. el exceso de velocidad (probable causa del accidente del domingo al invadir el carril por el que circulaba María Luisa el coche que la atropelló). Esas peticiones no son una reacción, por otro lado lógica, a la muerte de esta mujer, sino la consecuencia de que esa zona es uno de los puntos negros de Cáceres, en la que ya ha habido otro accidente mortal.

El concejal de Tráfico, Carlos Jurado, se ha comprometido a encargar un informe policial para mejorar la seguridad de la zona. Es de confiar que no se demore y que, sea cual sea, la conclusión se explique a los vecinos.