XJxueves Santo. Leo a Maruja Torres : "Pero ha empezado a suceder algo esperanzador, algo que no nos convertirá en gente más segura pero sí más digna: hemos empezado a castigar a los embusteros. No más mentiras como las que nos arrastraron a una invasión que no aprobamos, no más mentiras como las que envolvieron el repugnante ataque del que fuiste víctima".

Sin embargo algo no cuadra. Yo no sé si los dirigentes del PP se habrán sentido castigados con el resultado electoral, lo que sí sé es que para el fiscal general los castigados debemos ser otros, los castigados hemos de ser quienes en ejercicio de una ciudadanía responsable y libre acudimos a manifestarnos en unas fechas muy dolorosas: primero el 12-M (no lo olviden: todos codo con codo) para gritar nuestro dolor, nuestra impotencia y nuestra solidaridad ante la brutal matanza del 11-M y, posteriormente, el día 13, para pedir que se dejara de mentir y manipular; se dejara de usar en provecho partidista los medios públicos de comunicación y, en definitiva, se dejara de hacer trampas en el día previo a las elecciones.

Pero, fuera como fuese, ahora me llaman a declarar como imputada en un posible delito electoral. ¿Qué delito se me imputa? Al parecer, el de no respetar las normas del día de reflexión. ¿Cómo?, ¿yo?, ¿fui yo la que no respetó las normas electorales?, ¿fui yo la que intimidó, manipuló, mintió, usó medios públicos con las siglas de un partido como hizo el señor Rajoy en TV? Permítanme que con todos mis respetos a nuestro sistema judicial pueda al menos manifestar el estupor que siento al ser citada como imputada de un posible delito electoral. Es evidente que abierto un proceso penal al que le toca interpretar los hechos es al juez. Naturalmente, respetaré y acataré sus decisiones, pero ante la denuncia presentada quisiera hacer pública mi indignación por lo que considero un intento de atropello de mis libertades y un intento de manipulación y limitación de la democracia por parte del Partido Popular, que interpone esta y otras denuncias semejantes con la finalidad de intimidar y amedrentar a los que no nos resignamos con la mentira continua y el día 13 de marzo exigimos, públicamente, sin máscaras, con nombres y apellidos, que dijera la verdad antes de que las urnas recibieran miles de votos condicionados por el miedo y la incertidumbre.

Claro que me manifesté ante la sede del PP el día 13 de marzo. Lo volvería a hacer si se dieran las mismas circunstancias. Acudí a aquel lugar indignada y asqueada. Fui a exigir al gobierno que facilitara toda la información de que disponía en esos momentos, para que los ciudadanos pudiéramos reflexionar con todos los datos conocidos y pudiéramos depositar un voto libre, no condicionado o manipulado. Ni pedí el voto para ningún partido, ni coarté ningún derecho ciudadano, ni intimidé, ni abusé de poder, ni alteré el orden público. Tan sólo me manifesté espontáneamente junto con otros ciudadanos ejerciendo mi derecho constitucional a la libertad de expresión y de reunión y derecho que no es suspendido el día de reflexión como si en un estado de excepción se viviera.

Así se lo manifestaré al señor juez el próximo día 21 y así lo manifiesto hoy públicamente a todos los lectores.

*Profesora de la Uex