Según bastantes indicios, la reunión que José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo la semana pasada con 37 líderes empresariales no fue una estricta iniciativa de la Moncloa ni tampoco tenía por objetivo prioritario transmitir una imagen de unidad entre el Gobierno y los empresarios españoles a los mercados financieros internacionales. El encuentro, por el contrario, se produjo más bien por sugerencia de la Casa Real después de que Juan Carlos recibiera, el 15 de noviembre, a representantes de esas mismas personas, y de otras cuantas, que le hicieron entrega de un documento cuya esencia se condensa en esta frase: "Hay que repensar y refundar todos los pilares del sistema-país de España".

El resultado principal de la reunión con el presidente del Gobierno fue que Zapatero reafirmó su voluntad de llevar a cabo todas las reformas que hasta ese momento había anunciado y, asimismo, la de emprender otras: el miércoles por la mañana, en las Cortes, llegaron 10 más. Seguramente no hay relación de causa-efecto entre ambas cosas, pero el hecho, si se confirma, de que el Rey se haya hecho eco de las inquietudes, políticas en su mayor parte, de relevantes empresarios se sale de los hábitos de funcionamiento de nuestras instituciones.

Porque en sus casi 100 folios de enmarañado lenguaje tecnocrático, de escuela de negocios, el citado documento hace propuestas de gran calado: la "necesidad de clarificar el modelo autonómico de manera global, estable y fiable", la urgencia de un nuevo sistema electoral, "la imprescindible reformulación del Estado del bienestar" y la adaptación de las asociaciones empresariales y los sindicatos son algunas de ellas.

En una situación de normalidad democrática, esas inquietudes habrían de ser dirigidas a los partidos y, más concretamente, al Partido Popular. Dirigiéndose al Rey, los firmantes han despreciado no poco a Rajoy y no digamos a Zapatero. Eso parece indicar que tampoco los empresarios creen en nuestros partidos. Lo que cabe preguntarse, con inquietud, es si el asunto va a quedarse en lo que hasta ahora hay o si va a crecer en el futuro.