Roque , el Moñigo y Daniel , el Mochuelo , se sentaban al atardecer en alguna colina a contemplar su valle. A veces perdían el sentido del tiempo y de noche, el Moñigo, le preguntaba al amigo cosas como esta: "--Mochuelo, las estrellas están en el aire, ¿no es eso?... Y la tierra está en el aire también como otra estrella, ¿verdad?... pues- si una estrella se cae y no choca con la tierra ni con otra estrella, ¿no llega nunca al fondo? ¿Es que ese aire que las rodea no se acaba nunca?" Entonces Daniel contestaba como un lamento: "--No me hagas esas preguntas; me mareo".
No sé si ustedes habrán sentido alguna vez el idéntico pánico astral y desasosiego cósmico de estos dos chicos de once años inventados por Delibes . Intuyo que sí. Yo que soy una fantasiosa, confieso que a menudo. Mas como pretendo, aunque sin conseguirlo, ser racional, conjuro mis miedos con la razón, a la manera ilustrada, o con la ciencia, a la manera positivista.
POR ESO ayer, al tener noticia de la noticia del siglo, en forma de ondas gravitacionales, me lancé a escuchar su sonido. Pero el ruidito no contestó a mis misterios insondables. Luego atendí con atención al experto, mas no entendí patata. Y eso que el hombre se explicaba en español, porque estaba en la Cuatro y no en Eurovisión. Por último recurrí a la lectura de las siete respuestas necesarias para entender el descubrimiento. Mas tras aprender que las ondas gravitacionales son vibraciones en el espacio tiempo y que de eso está hecho el universo, y que los cuerpos más violentos del cosmos liberan parte de su masa en forma de energía a través de estas ondas, mi pánico alcanzó niveles insostenibles.
Al final todo es física, pero ¡pobre de mí! desde enana mi cerebro se declaró incapaz de entenderla. Así que, como la palabra salva, vuelvo a mi eterno refugio, renuncio a comprender lo incomprensible, y leo y sueño con Rubén , cuyo centenario celebramos y que expresó así el eterno malestar: "-y sufrir por la vida y por la sombra y por/ lo que no conocemos y apenas sospechamos- ¡y no saber adónde vamos ni de dónde venimos-!".
