La distribución de alumnos con necesidades educativas especiales por procedencia, discapacidad, grupo étnico, etc. entre centros públicos y concertado de la región no se corresponde con el peso que cada uno tiene en el conjunto de la escolarización. Los centros concertados, que representan el 21% del total, acogen solo al 11% de alumnos con especiales necesidades educativas. ¿Casualidad? Nadie lo admite. Sindicatos, responsables de centros, representantes de colectivos de padres... todos coinciden en que en algún momento del proceso de escolarización y de distribución de plazas se aplican criterios que rompen la igualdad y se produce una selección espuria del alumnado. La Consejería de Educación afirma que pone el máximo celo para que se cumpla la ley, un director de centro concertado asegura que es la consejería la que envía los alumnos y otro director, en este caso de centro público, afirma que éstos atienden a los alumnos especiales mejor que los privados porque cuentan con personal especializado. Ante ello surge la duda de por qué los centros concertados no tienen personal especializado. ¿Es porque no se lo exige la Administración? ¿Es porque la cuantía del concierto no alcanza para especialistas? La respuesta podría ilustrar el origen de la desigualdad escolar existente.