TCtartillas de racionamiento. Mala calidad de productos alimenticios. Corrupción generalizada y mercado negro. El amo, terrateniente absentista y cacique, con enorme finca fuera de los términos del pueblo, acusaba a Juan Moreno Barroso (era, en el lugar, Ti Juan 'El Gacho') de tener a los hijos desnutridos. Juan Moreno trabajaba para él de sol a sol y no todos los días. Un mísero jornal y un cuenco escaso de garbanzos. Cargaba Juan a las costillas muchos años cuando un día frío y perro de invierno emparejé con él. "Tenía una catarvá de mucháchuh --me comentaba-- y el jornal, cuandu lo ganaba, era treh y ná, y, aluegu, lo de lah cartíllah no llegaba ni pa engañal el ehtómagu". Y me contaba que los hijos del amo estaban gordos y relucientes. "Si habiéramuh teníu un trabaju cumu Dióh manda --proseguía--, a loh mih híjuh y loh otruh híjuh de la genti baja leh habría lucíu de otra colol el pelu".

Rafael Hernando es portavoz adjunto del PP en el Congreso. De él se cuenta que, antes de integrarse en Alianza Popular, fue un aventajado entusiasta de la extrema derecha, con íntimos coqueteos con los ultras de Fuerza Nueva. Fama tiene, en ciertos foros, de charlatán. Hace poco, nos insultó los oídos al afirmar que los padres son los responsables de la desnutrición de sus hijos. Bien dice el refrán que "barriga llena no cree en hambre ajena". Y él, el diputado derechista, siempre la tuvo. Unicef remacha rotundamente que, en España, la pobreza alcanza ya al 27,2% de los menores, o sea, a 2,3 millones de niños. Miles de niños españoles no ingieren las 2.100 calorías diarias que recomienda la OMS. Igual que los hijos de Ti Juan 'El Gacho' y de tantos otros jornaleros de la posguerra.

La cara se le tenía que caer de vergüenza a Rafael Hernando por vomitar semejantes exabruptos cuando él y sus colegas del PP son los responsables de retorcer el cuello a las clases medias y bajas de este país. Pero ellos tienen cara y mucho más. Ya solo les falta salir por esos campos de dios y del diablo e intentar comprar el voto del hambre a base de endulzar paladares y engrasar esófagos. Háganlo, que puede que el personal les responda con aquello de "en mi hambre, mando yo", como contestaban los anarquistas andaluces a los terratenientes cortijeros. "El hambre es muy mala consejera", asegura otro dicho popular. Aviso a los navegantes, sobre todo a esos señorones y señoritos de derecha que suelen darse muchos golpes de pecho y agarrar los palos del palio. Santiago , el hermano de Cleofás y de María , dejó escrito: "Oíd, ricos: llorad y aullad por las miserias que vienen sobre vosotros. Vuestra riqueza está corrompida y vuestro oro y vuestra plata están herrumbrosos, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego".