TLta mañana del domingo pone fin a la primera semana intensa del año. El tiempo ha sido bueno y la calle ha sido flujo constante. Un año más, las cofradías han introducido matices nuevos en nuestra Semana Santa. Hay que comenzar a preparar la próxima, revisando aciertos y errores. Los que, a pesar de todos los pesares, vamos a seguir viviendo aquí, en el viejo corazón de la ciudad, nos sentimos estos días un poco prisioneros intrusos, explicando, una y mil veces, dónde vamos a los policías locales. No somos tantos, podrían hacer un esfuerzo por no preguntarte la segunda vez, como tampoco deberían dirigirse a ti fumando o con un palillo en la boca. Si lo hicieran con un por favor ya sería la bomba. No estaría de más una reunión en la asociación de vecinos para informarnos de las medidas, horarios... porque a pesar de la restricción, había coches con distintivos de cofradías circulando y aparcados. Otro tema importante es el de la seguridad en los desfiles de máxima audiencia. ¿Alguien, con responsabilidad, estaría dispuesto a afirmar que una emergencia en la noche del Cristo Negro, se resolvería con éxito? Enhorabuena a todos y a trabajar para que la del 2005 sea aún mejor si cabe.

*Maestro