No, no les voy a hablar de ninguno de los futbolistas que ayer paraticiparon en el partido del Camp Nou. Me gustaría hablarles de un futbolista en concreto que ya no tiene ficha en ningún equipo pero que, valiéndose de su nombre, ahora ha adquirido una nueva e inesperada dimensión. Me refiero a Eric Cantona : la leyenda de este futbolista francés, un mito de rebeldía dentro y fuera de los campos de fútbol, se agranda más y más. El exdelantero del Manchester United, mitificado por aficionados al fútbol, directores de cine y amantes en general de los caracteres volcánicos, se ha convertido en gurú de los movimientos antisistema. Cantona ha hecho un llamamiento a la sociedad porque, si realmente quiere hacer tambalear el sistema, debe atacarse a los bancos, el corazón del sistema, según él. Así pues, pide que el 7 de diciembre --en mitad del puente de la Purísima-- todo el mundo se plante en su banco o caja y retire todo su dinero.

No sé qué repercusiones va a tener, pero estoy seguro de que muchos de ustedes, en los momentos álgidos de esta crisis, han oído a personas de su alrededor que les decían, medio en broma medio en serio, que lo que se debería haber hecho era sacar el dinero de los bancos y guardarlo bajo las baldosas del comedor, como hacían nuestros abuelos. Un dinero que una vez fuera de los bancos no daría intereses, aunque tampoco te los irían quitando poco a poco por las operaciones fallidas, como denuncia Cantona.

La realidad irlandesa, la portuguesa y la que puede sufrir la economía española, pueden acabar haciendo buena la iniciativa. Reitero que no sé cómo terminará la atrevida, y para algunos disparatada, idea del francés, pero estoy seguro de que entre las personas escaldadas por los tratos bancarios --que son algunas, por desgracia-- la mayoría estarían dispuestos a secundarla. Si no lo hacen será porque tienen una gran excusa: ya se habrán gastado el dinero durante el puente.