Alumnos de 5.º de Primaria juegan un partidillo. Al final surge una pequeña discusión entre un niño y una niña, que acaba en lágrimas y fuerte desazón para ella.

El maestro interviene para aclarar lo acontecido, que se resume en lo siguiente: El niño ha puesto en boca de la niña una frase injuriosa que la niña no ha dicho, y por ello la insultó. Aclarar el asunto, reconocer la conducta inapropiada, pedir disculpas pertinentes, comunicar a los tutores, aplicar corrección, etcétera, es la forma habitual que tenemos para corregir las conductas que alteran la convivencia.

Eran las 14.00 horas, el padre de la niña pasaba a recoger a un sobrino; vio a su hija con lágrimas en los ojos y dijo: "¡Voy a por mi sobrino y a la vuelta veremos!". El padre tuvo conocimiento de la aclaración, de las disculpas del niño, pero al ver los ojos rojos de su niña dijo: ¡La próxima vez le das una patada en los c-, y si no tiene bastante vengo yo a rematarlo! ¡No quiero volver a verla así! El maestro repetía: "Así no debe educar". Era 27 de noviembre, Día del Maestro, yo estaba allí, los dos niños también.

Víctor Rodríguez Corbacho **

Maestro