TAtndábamos patinando mi vecino y yo en la carpa de la Memoria de Menacho cuando lo del terremoto. Empezó a temblar el suelo y una señora se torció un pie. "Esta ciudad cada vez está peor. Seguro que están metiendo cargas para desatascar una tubería. Con razón la llaman ya Bachejoz..." me dijo tiritando por el seísmo y por el frío del hielo de la pista. Mi vecino tiene talante pero cuando pega, se parece a Zapatero, deja el talante en casa y mete tralla. "Es que entre la pista de patinaje, las hojas caídas, y los baches de las obras, los de las ortopedias van a hacer el agosto". Le propongo que se descalce de cuchillas, se quite las garras y se venga conmigo a salvar al Club Deportivo Badajoz. "Llevo salvando al Badajoz desde que don Apolonio era monaguillo me dice con gesto compungido. "Estuve a punto de salvarle en varias ocasiones pero vino Tinelli y nos volvimos tontos del culo". Como no hay forma de edificar nada que le apetezca, le hago la última proposición, irnos al Corte Inglés a ver cómo la gente se arruina comprando solomillos. "Tampoco voy porque hoy es el día del matufo y no se puede entrar".

Llamo a Miguel Luna, relaciones públicas sevillano de la entidad comercial, que anda desalojando señoras que aún quedan del día de María Isabel pero no sabe lo del matufo . Mi vecino, arcano entre los arcanos, me argumenta que en estas fechas los pasillos del Corte Inglés se llenan de señoritas y señoritos con un frasco de colonia en las manos y te rocían un adelanto del regalo que no sabemos encontrar. Y tatufan . Con vecinos así no es fácil evitar el suicidio en días como el de hoy, en fechas tan propensas para dejar de fumar y perder quilos.

*Dramaturgo y director del Consorcio López de Ayala