WLwa Comisión Nacional de la Energía (CNE) da su visto bueno a la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Dice que, en lo que afecta a su competencia supervisora, es realizable porque podría ser beneficiosa para el suministro energético en España. Pone, de todos modos, algunas condiciones lógicas: que las inversiones de las empresas afectadas se mantengan y que no se utilicen los activos de Endesa como garantía de la operación financiera. Gas Natural supera un primer escollo y este dictamen es vinculante para el Gobierno. Por su parte, el vicepresidente Solbes ha pedido al Tribunal de la Competencia que se pronuncie también sobre la OPA. Es una buena respuesta a la anómala actitud dilatoria de los comisarios de Bruselas, que frenan, no dan argumentos y no deciden sobre el tema, en una actitud muy irrespetuosa hacia España.

Este pulso necesita objetivar argumentos y posturas, y tanto el dictamen como la llamada al Tribunal de la Competencia van en esa dirección. Endesa, que recela de la CNE, tiene evidentemente pleno derecho a rechazar la OPA y a combatirla desde el plano de la racionalidad. Es una situación muy interesante que va a examinar la madurez y la seriedad de todos.