DISCAPACIDAD

Son ya tantos los "días internacionales de...", que pronto no quedarán fechas en el calendario para sus celebraciones.

Yo no creo en ellos. No es sólo ese día en el que nos tenemos que concienciar y solidarizar; sí, por el contrario, creo en la educación y la tolerancia. Con ellas nos sobran todos "los días internacionales de...".

En lo que a los discapacitados (tampoco me gusta esa palabra, vamos a llamarlos como en su día los llamó Ibarra: "personas especiales") se refiere, recordar que quién a lo largo de su vida no lo es. Respecto a ellos, con educación y tolerancia estamos consiguiendo su integración en los colegios y en el mundo laboral. Pero el camino es largo y muchas las piedras que en él encontramos.

Personas desaprensivas que, aprovechando las ayudas de la Administración y la buena fe, hacen negocios con estas personas creando centros especiales de empleo poco claros, donde las nóminas que se firman no coinciden con los cobros.

Cursos formativos sin perspectiva de futuro, donde importa la subvención para aquéllos que los imparten más que los posibles trabajos para los que se crearon.

Administraciones y empresas que no cumplen la ley con respecto a las plazas destinadas a nuestro colectivo, etcétera.

Por suerte, éstos son los menos. La mayoría trabaja concienzudamente para su integración. Cada vez es más frecuente ver a nuestros chicos en puestos de conserjes, jardineros, lavanderías, hoteles...

Y, por favor, que con educación y tolerancia desaparezcan los "días internacionales de...".