El empleo de calidad en España es un bien escaso. Es común, y más en estos tiempos de crisis, que familias poco afortunadas tengan a casi todos sus miembros en paro y en el mejor de los casos dependan de los ingresos de uno solo de sus miembros. A la marginación social que supone el no tener trabajo, se une desde hace dos años la discriminación en la imposición fiscal sobre la Declaración Conjunta que tras la última reforma del IRPF subió hasta más de un 20% en algunos casos para compensar la bajada del 10% en la Declaración Individual. La situación actual es que en familias con los mismos ingresos hay diferencias de hasta un 50% a favor de las Declaraciones Individuales sobre las Declaraciones Conjuntas teniendo ambas familias la misma Renta per Cápita. Si nos quieren vender el IRPF como elemento de redistribución de la riqueza nada mejor que utilizar la Renta per Cápita familiar para determinar el impuesto, ya que mide fielmente la riqueza real de las personas y familias. En cualquier caso, señores del Gobierno, por favor corrijan esta aberración en la próxima reforma fiscal.

José Fernández López **

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