El mismo fin de semana que la boda de la sobrina de Rocío Jurado ocupaba una amplísima atención en Telecinco , se celebraba otra boda, mucho más trascendental, pero silenciada por esa misma cadena. En el Ayuntamiento de Barcelona se casaban Jaume Collboni y Oscar Cornejo. Collboni es diputado socialista del PSC en el parlamento de Cataluña, jefe de campaña del expresidente Montilla y, según dicen, un político de gran proyección; y Cornejo es el productor y cerebro en la sombra de programas como el Aquí hay tomate , Hormigas blancas , La Noria y Sálvame . Programas de éxito arrollador, cuyos contenidos constituyen un referente fundamental de la telebasura hispana. Lo realmente llamativo es que a tan mediático bodón, que contó con invitados estrella de la talla de Belén Esteban y Karmele Marchante, Jorge Javier Vázquez y Jordi González, etcétera, no le dedicase atención alguna la cadena donde triunfa uno de los novios con sus programas dedicados a perseguir intimidades y bodas de mucho menor interés que la suya. ¿A qué pudo deberse tal silencio informativo? La razón la encontramos en un fugaz episodio sucedido el pasado martes en Sálvame , donde acabó cantando la gallina. En un momento dado, Karmele Marchante se lanzó repentinamente al centro del plató, diciendo que iba a dedicarle una canción a la familia de Oscar Cornejo; y nada más mencionar el citado nombre, Jorge Javier Vázquez, con la carita descompuesta, le arrebató violentamente el micrófono y la calificó públicamente de "descerebrada". La cadena amiga , experta en despellejar a los vivos y últimamente en hacer hablar a los muertos, se muestra exquisitamente sensible cuando se trata de preservar la intimidad de sus gerifaltes, cuyos nombres ni siquiera se pueden mencionar. ¿Cabe una muestra mayor de hipocresía y doble moral en nuestra telebasura?

Miguel Angel Loma Pérez **

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