Para quien goza de buena salud es casi imposible percibir el dolor, la ansiedad, la depresión e impotencia que padece un enfermo; lo que sí es imposible de creer es, que existiendo la manera de salvar múltiples vidas, esta oportunidad se desperdicie por falta de información o desconfianza, al negarnos a donar nuestros órganos a nuestra muerte o a la muerte de algún familiar, sin pensar que un ser querido nuestro o nosotros podríamos estar en la misma situación de ese enfermo en un futuro.

Donar o recibir un órgano parece estar lejos de nuestro entorno cuando, en nuestra vida, todo marcha bien con nuestra salud y la de nuestra familia, pero es bien conocido que la salud no es para siempre y que no estamos exentos de perderla, es por eso, que hoy estas pocas frases que os dedicaré serán para hablar sobre lo que es y significa la donación de órganos a mi entender. No es un simple problema de algunos doctores y muchos enfermos; esto es un problema de carácter moral que envuelve a toda la sociedad, y debido a que concierne a la sociedad, concierne de igual manera a las leyes que nos rigen.

XLA DONACIONx de órganos se percibe en abstracto como un acto que ocurre cuando una persona fallece; la donación y el trasplante de órganos son percibidos como experiencias ajenas a la realidad de la mayoría de la sociedad, que denota su desconocimiento hacia este tipo de procesos. Nos parece que es algo que sucede en la vida de los otros, y no creemos que todos y cada uno de nosotros o de nuestros seres queridos, estamos y están expuestos tanto a requerir un trasplante como en un momento dado, a ser candidatos a ser donantes. La necesidad de un órgano o el ser donantes se percibe más como un problema individual o de una familia en especial, que como un problema social.

Al referirnos al tema de donación de órganos surgen miedos y dudas. Algunos de los miedos estarían relacionados con decisiones tomadas en contra de nuestra voluntad o de la de nuestras familias. Esto afortunadamente en España y en gran parte de los países avanzados no ocurre. La decisión de donar los órganos de los seres queridos queda por completo en manos de las familias. Por tanto esto no debería causarnos temor ya que nuestros derechos de la personalidad estarán siempre salvaguardados por la decisión unilateral de los nuestros.

La Donación entiendo, debería ser 100% moral, pero va pasando el tiempo y nos damos cuenta de que no podemos esperar que la sociedad se conciencie en estas cuestiones, y el problema de miles y miles de pacientes es tan evidente, que la única conclusión a la que llegamos es que necesitamos una solución rápida para estos miles de pacientes, una solución que nos involucre a todos como sociedad.

Me gustaría que sólo por un momento utilizaseis la empatía, y que os pongáis en la posición de pacientes y familiares que en estos momentos pasan por el trago amargo de necesitar un trasplante, y pensaseis que un familiar vuestro padeciera una enfermedad grave en la que fuera necesaria la realización de un trasplante. Después de realizar este acto de empatía, preguntaros si la donación de órganos debiera ser un compromiso ético.

Entiendo que la donación de órganos sea vista, por aquellos que no padecéis una enfermedad grave, como algo lejano. Pero muchos de aquellos que hemos necesitado de un trasplante, nos hemos dado cuenta que la línea que separa la posibilidad de ser donante y estar a la espera de un trasplante es demasiado estrecha.

Quiero por otra parte, hacer llegar un mensaje a mis compañeros que en estos momentos están a la espera de recibir un trasplante, y es el siguiente: Debemos en un corto periodo de tiempo, tener la valentía suficiente para afrontar retos que nos pueden resultar incómodos. La Donación de vivo se perfila como la mejor salida para determinados pacientes jóvenes y no tan jóvenes ante la escasez de órganos de cadáver. Es evidente que no debe ser una alternativa planteada desde el punto de vista unilateral, sino que ésta tiene que ser una voluntad consensuada y absolutamente meditada por las partes que actúan en ella, es decir, donante y receptor.

Los resultados del programa de Donación de vivo es una vía más de escape al sufrimiento que supone estar atado a una máquina.

*Presidente de ALCER Cáceres.