El gobierno conservador canadiense, encabezado por Stephen Harper, ha prohibido la donación de órganos a todo aquel o aquella homosexual que haya tenido cualquier tipo de relación en los últimos cinco años. ¿Estos son considerados un país desarrollado?, ¡y una mierda!, son una pandilla de retrógrados indignos de vivir en los tiempos en los que vivimos y para colmo son unos cobardes, pues han tomado la decisión unilateralmente y con alevosía, sin contar con la oposición para nada, pues según dice Robert Thibault, portavoz del partido liberal, la medida se ha puesto en marcha sin haberse anunciado oficialmente y sólo fueron avisados algunos medios de comunicación a través de un correo electrónico. Según el gobierno de Stephen Harper el colectivo gay presenta un "factor de riesgo" de transmisión de enfermedad infecciosa. ¿Pero de dónde han sacado al tipo este?, ¿en qué pensaban los canadienses cuando lo votaron? O sea, que si el señorito Stephen Harper se ha acostado en el último año con quince mujeres, puede donar hasta las pestañas, pero si el novio de cualquier gay canadiense, que la única relación que ha tenido sin su pareja ha sido alguna masturbación esporádica, no puede donar ni dinero. Lo que deberían hacer en Canadá si el señor Stephen es donante de algo, es avisar al posible receptor del órgano antes de trasplantárselo, no vaya a ser que prefiera morirse a tener que vivir con el corazón, el hígado o el riñón de semejante personaje.

Ricardo Hernández Martín **

Cáceres