TCturioso. Casi impertinente. Propio, utilizando una expresión de un dirigente del PSOE, de "cerebros deshabitados", resulta cuestionar dónde se sitúan los militantes dentro de un partido. Pues, ¡alma de Dios!, dónde va a ser: dentro de la organización que voluntariamente has elegido y que tan generosamente te acoge.

Sin embargo, siguen empeñándose, quizá por aquello de que llevan cumplidos muchos trienios, en adoctrinarnos en el sentido de que existen barreras, topes, distancias... en fin, grupos definidos (y por lo que se ve antagónicos). Y, claro, hay que saber dónde estar.

Llegan las listas abiertas. Los procesos transparentes. El incremento de la participación. La democracia interna tantas veces demandada y por la que numerosos suspiros se escuchaban. Y a la hora de ponerla en práctica, de nuevo los arcaicos mecanismos.

Pero, afortunadamente hemos cambiado, pese a que como todas las transformaciones necesitan un período de maduración y el proceso tenga que ser invariablemente lento, a veces inestable y con continuas marchas atrás.

Ahora bien, llegará el momento en el que se vuelva absurda, por innecesaria, la pregunta sobre tu posicionamiento dentro de "tu" partido político. La respuesta: al servicio de todos.

*Doctor en Historia