WLwa Delegación del Gobierno dio a conocer ayer dos importantes operaciones policiales. Una contra el tráfico de drogas, con la aprehensión de casi diez kilos de cocaína, armas, coches, joyas y dinero, además de la detención de tres personas en Don Benito; y la otra contra la prostitución, deteniendo asimismo a dos personas en un club de Arroyo de San Serván y trasladando a dos muchachas menores de edad a un centro de la Junta. Las dos operaciones no coincidieron exactamente en su ejecución, pero al ser difundidas al mismo tiempo parece como si unieran su significado para alertar, por un lado, de los peligros a los que se enfrenta la juventud extremeña --y aquí hay que recordar que los detenidos en Don Benito se dedicaban al mercado regional del tráfico de drogas y de que las encuestas sobre consumo de las mismas sitúan su inicio en la adolescencia-- y por otro lado de los riesgos que corren las menores inmigrantes de caer en manos de las mafias de la prostitución. Drogas para unos y prostitución para otros. Dos maneras de estar esclavizados, una más propia del mundo desarrollado, y la otra la que padecen las víctimas de ese mundo desarrollado. La policía, por eso, ha llevado a cabo dos operaciones que, de un modo u otro y por ello hay que felicitarla, se dirigen a restablecer la libertad.