TNto sé si las declaraciones de Juan Carlos Rodríguez Ibarra , presidente de la Junta de Extremadura, y las de José Bono , ministro de Defensa, están encadenadas intencionadamente, pero su efecto es el de un ultimátum al secretario general del PSOE y presidente del Gobierno de España. El presidente de Extremadura, que tiene una larga trayectoria en el partido, y el ministro de Defensa, junto al presidente del PSOE y de Andalucía, Manuel Chaves , son prácticamente, los únicos supervivientes activos del socialismo que se hizo con el gobierno en 1982 y que lideró, alrededor de Felipe González , un partido cohesionado con una ideología homogénea y unos comportamientos en todas las autonomías que han sido históricamente compatibles.

Ahora, cuando se cumplen los plazos que se había marcado el portavoz socialista Alfredo Pérez Rubalcaba para cerrar la negociación sobre el Estatuto de Cataluña o devolverlo a sus orígenes, Rodríguez Ibarra y Bono han marcado los límites de lo que están dispuestos a aceptar. La solución de esta encrucijada es el mayor reto con el que podía encontrarse el presidente del Gobierno.

Visto desde el exterior, La Moncloa vuelve a producir un síndrome de aislamiento. El optimismo del presidente, que manifiesta sus deseos con una ingenuidad a veces provocadora --como en el caso de que es partidario de que se celebre la reunión de Batasuna, sus deseos de que prospere la OPA de Endesa o sus disecciones sobre la esencia del concepto nación -- no es compartido salvo en sus círculos más cercanos, de los que no se tiene noticia precisa. Su empeño en organizar batallas simultáneas --el Estatuto de Cataluña, la OPA de Endesa, el diálogo con ETA-- está promoviendo un desgarro en la intención de voto que no es más importante por la incapacidad del PP en mantener comportamientos civilizados.

En los próximos días, el presidente del Gobierno tiene que decidir si da rienda suelta a su instinto, logrando un acuerdo de Estatuto que tendrá, necesariamente altos costes políticos, o toma la decisión de darse un respiro y recuperar el clima de entendimiento profundo en el seno de la familia socialista. De la decisión que adopte se desprenderán consecuencias muy profundas.

*Periodista