Alos dos años de ser elegido líder del Partido Conservador británico, Iain Duncan Smith (Edimburgo, Escocia, 9-4-1954) ha sido defenestrado por el grupo parlamentario. Siempre resultó difícil de entender que este político --también conocido por sus iniciales IDS-- ganara el liderazgo tory a correligionarios de la valía de Michael Portillo y Kenneth Clark. Si, como se ha insistido IDS era un inexperto en tareas de gobierno, no tenía ideas propias, andaba escaso de carisma y de autoridad moral, y además, era un mal orador, ¿por qué llegó a ser nada menos que el jefe de la oposición a Tony Blair?

Hijo de un militar piloto de aviones en la segunda guerra mundial y de una bailarina de ballet, IDS fue capitán de la Guardia Escocesa antes de dedicarse a los negocios y, más tarde, a la política. Dentro de las huestes conservadoras, exhibió un ideario ultraderechista. Se ha declarado a favor de la pena de muerte y de los castigos corporales; ha pedido la repatriación de las minorías étnicas porque contribuyen, según él, a la escasez de vivienda; ha arremetido contra la idea de que el Ejército acoja a homosexuales y de que las mujeres estén en primera línea de batalla. En su día, defendió con ardor el escudo antimisiles de Bush.

Su fama de más thatcherista que Thatcher chocó con el juicio de ésta, que dijo de él que era el peor líder de la historia de los tories.