Parece que la promesa de que el plan de ajuste no llegaría a la Educación, formulada por nuestros responsables autonómicos, quedará en otra de tantas medidas impuestas "por la necesidad del momento actual". El problema se agrava si el recorte en Educación, a las puertas de una nueva ley, va dirigido justamente a la base de cualquier sistema educativo, la plantilla de docentes.

Mientras nuestra consejera asegura que habrá memoria económica y aumento del presupuesto, las últimas actuaciones e informaciones indican que precisamente ese incremento no será precisamente en docentes, al revés, la ley que los señala como pilar fundamental del sistema educativo empieza su andadura queriendo reducir el número de los mismos y ampliando la ratio de nuestras aulas que también va en contra de otro de sus principios básicos, la calidad de la educación en Extremadura y la atención individualizada.

Se me ocurren varios tijeretazos de ámbito autonómico, el primero los ordenadores portátiles: ahorro, 2,9 millones. Pero lo peor no es ese gasto, lo peor es el anterior: un ordenador para cada dos alumnos, infraestructura para instalarlos, luego querer adaptarlos para que cada centro funcione como único servidor y si ya era complicado y costoso mantener el equipo anterior cómo se llevará a cabo el mantenimiento de estos y cuánto costará.

Otro ahorro sería eliminar organismos, entes, observatorios y altos cargos cuyas funciones pueden ser asumidas por la mitad de los mismos.

Los distritos educativos que se prevén son ahora secundarios: si no podemos mantener aulas con una ratio adecuada o garantizar las sustituciones de los docentes, ¿cómo vamos a pasar de un director provincial con su séquito a ocho directores comarcales con ocho séquitos?

Sería deseable también recortar la publicidad masiva de cada uno de los pasitos que conlleva la tramitación de la LEEx, documento básico, propuestas, resumen de propuestas, documento síntesis, borrador de anteproyecto- y a buen seguro anteproyecto, aportaciones al anteproyecto, resumen de aportaciones,-, y todo ello con miles de ejemplares, actos rimbombantes que no son más que propaganda innecesaria. Si no cambian las cosas tendremos una educación todo a cien envuelta en papel de oro y diamantes llamada LEEx.