Toda intromisión moral con carácter obligatorio es una manipulación política ejercida desde el absolutismo de un gobierno que disfrazado de pseudoprogresista y plural tiene el único propósito del adoctrinamiento político al más puro estilo cubano. Que Educación para la ciudadanía no debiera pertenecer al currículum es evidente para cualquier profesional de la educación, primero por el carácter relativo de la mayoría de sus contenidos que hacen imposible una valoración objetiva; segundo, está falto de concreción y entidad ya que su estructura confunde técnicas dinamizadoras con contenidos evaluables; tercero, debido a su naturaleza práctica, debería ser tratada con transversalidad en todas las materias y en la acción tutorial; cuarto, incluye aseveraciones políticas e ideológicas concretas que inducen a la manipulación, por último, resta horario a nuestro alumnado, uno de los peor preparado de la Unión Europea. Todo esto sin entrar en la elección de los temas a tratar o de los divertidos textos de ayuda y vídeos explicativos.

Los centros escolares poseen una protección de manera que nadie pueda ojear páginas web de contenido sexual. Cuando alguien repasa los vídeos de apoyo de la asignatura e intenta acceder, se le niega el acceso por sus escenas explícitas de contenido sexual que no son aptas para un centro educativo. Otro error es la Objeción de conciencia . Una vez introducida dentro del currículum oficial, esgrimir objeción de conciencia es inútil debido al carácter obligatorio de su cumplimiento. Nadie puede solicitar objeción de conciencia en Conocimiento del Medio porque se enseñe la teoría darwinista. Todos los ciudadanos en contra, deberíamos solicitar la exclusión de dicha asignatura dentro del currículum oficial. Como diría Voltaire "Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo", o lo que es lo mismo, revístalo de falso consenso, póngale un número en un boletín oficial y tendrá una base para crear una asignatura nueva.