Me gusta la tercera fila de la Filmoteca, pues la pantalla es pequeña. Película en italiano. A punto de comenzar irrumpen dos chicos y una chica estupendos. Altos, sanotes, bien nutridos. Ellos, pantalón corto, largas y peludas piernas al aire. Ella, moñicle despeluchado. Nada que objetar a sus atuendos. Licencias indumentarias vedadas a gente veterana. No apruebo la exposición de maraña pilosa en las piernas juveniles (ni añejas), a no ser en la playa o recreo deportivo.

Ni considero la Filmo vespertina en mayo el ámbito adecuado para las calzonas. Soy una antigua. Pero los muchachos no tienen por qué vestirse a mi gusto. ¡Faltaría más! Y además no hacen daño a nadie. Uno, de piernas interminables, se apoltrona en primera fila. Mientras se proyectan los títulos de crédito estira sus extremidades hasta acostarse prácticamente bajo la pantalla. Nada que objetar. No molesta y aunque no está en su casa, ha pagado la --barata-- entrada.

La pareja se apalanca en la segunda fila y ¡destino aciago! la chica del moñicle delante de mí. Mantendré mis maltratadas cervicales en tensión. Gajes de ser bajita. En esto, el chico alza sin complejos sus largas y peludas piernas y las planta en el respaldo del sillón delantero. Pese a mi rebelión de educadora, me callo. Esto no es el instituto.

Comienza el film y mis tormentos. Mi vecina de delante cabecea como en un Nadal-Djokovic , bebe agua, se deshace el moño, se lo mesa, se estira los cabellos, bracea delantito de mí, harta de estirar mi dolorido cuello. Opto por sufrir en silencio para vengarme aquí.

En el Liceo silban a los príncipes. Alumnos brillantes niegan el saludo al ministro. El alcalde de Badajoz proclama que sus paisanos y él son "la leche". El de Marinaleda, con gracejo sin par, que "los mercaderes europeos se pueden ir al co... de su p... madre". Y yo pienso que se puede ser joven y educado, nacionalista y educado, alcalde popular o populista y educado.

¿No les parece a ustedes que este país necesita urgentemente una educación general básica? Y no hablo de la EGB.