Con respecto a la polémica originada entre la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) y el pueblo de Zalamea de la Serena a consecuencia de la representación por parte de la localidad de la obra de Calderón de la Barca El alcalde de Zalamea . Debemos manifestar nuestro máximo apoyo a la población de Zalamea y a sus ciudadanos que reproducen la famosa obra desde hace años haciendo homenaje al famoso dramaturgo madrileño.

Nadie sabe quiénes componen la SGAE, y si le preguntamos a alguien qué es lo que sabe sobre esta entidad, da la sensación de que estamos preguntando sobre el sexo de los ángeles o sobre si hay vida en Marte. La gente ha escuchado hablar de ellos pero desconoce para qué sirven o a quiénes sirven.

Todo el mundo ha oído hablar de Calderón de la Barca, de su contribución literaria y de una de sus creaciones, El alcalde de Zalamea , ambientada en una localidad extremeña, Zalamea de la Serena. Esta obra literaria trata asuntos tan de moda hoy en día, como es la violencia de género o el abuso de algunas personalidades con cierto poder.

Actualmente la Sociedad General de Autores, atribuyéndose los derechos sobre Pedro Calderón de la Barca y la adaptación de Francisco Brines y sus obras por tiempo infinito, reclaman al ayuntamiento de Zalamea 14.000 euros para contribuir a esta sociedad por usar una obra del autor sin permiso y sin pagar el correspondiente canon.

Lo cierto es que el pueblo representa la adaptación de Brines por ser más sencilla y de mejor comprensión y este escritor, donó su obra al pueblo y sus derechos sobre ella haciendo homenaje a la localidad que inspiró la obra de Calderón de la Barca.

No entiendo por qué reclaman estas cantidades y qué fin van a tener, cuando el propio autor de la obra ha cedido sus derechos. Es posible que esta recaudación vaya a alguna de las mansiones paradisíacas que tienen algunos de los afiliados de la SGAE, tratando de robar así las ilusiones de un pueblo y su buena voluntad.

De nuevo la opresión del más fuerte trata de imponerse sobre la colectividad, como en el ejemplo literario del siglo XVII.

Pero Zalamea de la Serena, mantiene su espíritu solidario y unido frente al caciquismo de turno.

Ismael García López **

Extremadura Unida