WLw a Sala de lo Contencioso del TSJ ha ordenado al Ayuntamiento de Badajoz que derribe dos plantas del conocido 'cubo' de Biblioteconomía y modifique algunas zonas del entorno del edificio que alberga el centro universitario. El tribunal ha dictado el auto a la luz de un dictamen elaborado por la Academia de Bellas Artes de San Fernando, solicitado por la Sala con el fin de ejecutar con la mayor precisión posible la sentencia que requería al consistorio a dejar la alcazaba en el mismo estado en que estuviera antes de la construcción del 'cubo'. Comoquiera que tal pretensión era físicamente imposible sin hacer todavía más daño a la fortaleza, los jueces pidieron a la Academia el citado asesoramiento, que ha concluido en los términos citados.

El auto ha sido alborozadamente saludado por el Ayuntamiento, aunque de su lectura solo se concluye que el consistorio ha recibido un severo varapalo más en su empecinamiento por orillar la negociación y andar solo el camino del sostenella y no enmendalla.

Desde su primer pronunciamiento hace casi cinco años hasta el conocido el jueves, la justicia ha sido machaconamente unánime: siempre ha mantenido que la construcción del 'cubo' supuso un atropello patrimonial ilegal y aun algo más que en cualquier democracia más exigida por los ciudadanos hubiera acabado con más de una carrera política. Y, sin embargo, desde el primer pronunciamiento hasta el conocido el jueves --y más allá, puesto que el Ayuntamiento insiste en recurrir el auto--, la decisión de las autoridades municipales ha sido huir hacia adelante, a pesar de que saben que difícilmente evitarán no terminar --ya lo están viendo en el corto horizonte que le queda al caso-- en un callejón sin salida, es decir, llegará un momento en que no tendrán más remedio que acatar las sentencias y demoler parte del edificio que tanto trabajo y tanto dinero del contribuyente ha costado y tantos beneficios ha traído a la ciudad y a sus vecinos.

Y lo que exige el sentido común es que pare ya el despropósito y que alguien en el Ayuntamiento caiga en la cuenta de que este conflicto del 'cubo' no es un asunto judicial, aunque sea difícil sostener lo contrario a la vista del trasiego que lleva en los juzgados. Es mucho más que eso: es un asunto político con mayúsculas. Es decir, un asunto ciudadano incluso etimológicamente, porque afecta a la polis , la palabra raíz de la política y la que da significado a la ciudad. Es un asunto que hace mucho tiempo tendría que haberse solucionado mediante la negociación, que pasa por admitir la culpa los culpables y por acordar con Amigos de Badajoz el modo de compensar en otros monumentos de la ciudad el estrago causado en la alcazaba. Un estrago patrimonial, sí, pero que ha supuesto una bendición educativa y ciudadana cuyo desmochamiento Badajoz no se debería permitir porque es dinero público tirado a la calle y deterioro de un centro universitario. Palabras mayores.

Es hora de decirle a los responsables municipales que ya basta de evitar enfrentarse a su responsabilidad. Judicialmente el 'cubo' ha sido contundentemente condenado. Su obligación no es recurrir y recurrir, sino salvarlo desde la política. Queda poco tiempo.