La científica frase sobre la tercera ley de Newton "estamos mejor porque el paro desacelera en su caída" se viene repitiendo sistemáticamente desde septiembre de 2008, cuando el Ejecutivo comenzó a negar lo evidente.

Las excusas políticas sobre este grave problema suenan ya como aquel informe del forense que decía que "la víctima debe ser optimista porque de tres disparos recibidos- ¡sólo uno ha sido mortal¡".

Se queda uno consternado cuando escucha siempre los mismos argumentos para intentar justificar lo injustificable sobre la situación laboral en España. Las ruedas de prensa sobre este tema se parecen a la cantinela del despertador de Bill Murray en la película del Día de la Marmota. Siempre lo mismo mes tras mes. Hemos de suponer que algún día acertarán, pero no porque se solucione con la creación de empleo, sino porque ya no quedará población activa que apuntarse al ritmo que vamos. Los famosos brotes verdes sólo los ven los que nos tienen a todos negros.

Los diagnósticos de nuestros representantes políticos son ya como los platos de un menú de cocina de diseño, donde ya se sabe que en pro de la modernidad a un huevo duro se le llama proyecto sólido de Chicken encapsulado y a las papas fritas le llaman crujientes de tubérculos en caliente de olivo - ¡y ese es el problema de fondo¡ El mimetismo entre la palabrería y la acción de Gobierno.

Fernando Blanco Gómez **

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