TUtno, que es muy malpensado, ha llegado a imaginar que en las actuaciones que vienen manteniendo los dos principales partidos del Gobierno y de la oposición y sus correspondientes líderes en el controvertido "diálogo con ETA con autorización del Congreso" pudieran haber llegado a un reparto de papeles de bueno-malo, o de condescendiente-tolerante frente a intolerante-exigente. ¿Es posible que haya llegado a producirse un acuerdo de esa naturaleza entre Zapatero y Rajoy? Por lo menos, a ratos, parece como si también los grados de desencuentro y desacuerdo estuvieran pactados: ahora escena de gran enfado, ahora tendencia a la mejoría...

Lo cierto es que unos y otros están cumpliendo lo que cabría esperar de cada cual. Todo es previsible: la defensa del propósito por el PSOE gobernante y el ataque que al PP y sus dirigentes les viene mereciendo esa idea del Gobierno de "lanzarse a la piscina" del diálogo con ETA, y de efectuar las pertinentes explicaciones a la opinión pública.

La oposición se opone con vigor, a fondo. Y una y otra parte consiguen el apoyo de una parte de la opinión pública, aunque, según las encuestas, con ventaja para el Gobierno porque, después de todo, a cualquier ciudadano le gustaría poder dar la razón al Gobierno si finalmente se cumplieran sus buenos propósitos de pacificar Euskadi, o dicho de otro modo, de reinsertar a los etarras y batasunos en una fuerza política "como las demás". Tal vez una especie de Esquerra Republicana a la vasca, pero perfectamente integrada en la legalidad vigente. ¿Un sueño, una utopía?.

A menudo nos despierta de manera rotunda Otegi, con su tono incesantemente mitinero y sus reivindicaciones sin fin, de todo punto inadmisibles y que aparecen como sombras siniestras sobre el "sueño de una jornada de primavera". Otegi que cree que el Congreso ha asumido las tesis de Batasuna en Anoeta, que se felicita de que el Congreso haya asumido su plan de paz batasuno, que se jacta de que el mismísimo Congreso español avale el plan de ETA y pide discreción para una "negociación sin condiciones ni exclusiones". Otras informaciones invitan a ser muy cautos: cuentan que ETA ha transmitido al Gobierno su mensaje de que sólo dejará las armas al final de la negociación. La pistola es, todavía, su gran argumento y no prescindirá de ella hasta tener garantizado otro futuro diferente.

¿Es posible que haya un acuerdo de reparto de papeles entre Zapatero y Rajoy? A ratos parece como si también los grados de desacuerdo estuvieran pactados: ahora escena de gran enfado, ahora tendencia a la mejoría...