Hay una reflexión del escritor Robert Kiyosaki que describe perfectamente las consecuencias de nuestras elecciones, y que estamos a tiempo de cambiar el rumbo de las cosas: «Yo aprendí que en la vida no existe una respuesta correcta o equivocada. Aprendí que en la vida tendemos a hacer elecciones, y que cada elección tiene una consecuencia. Si no nos gusta nuestra elección y su consecuencia, entonces debemos buscar una nueva elección y una nueva consecuencia».

Las consecuencias de la elección en 2015 del PSOE de Extremadura y su secretario general, Fernández Vara, ya las conocemos: el grifo cerrado en inversiones en infraestructuras, la sanidad abandonada, la presión fiscal más alta de España, la educación concertada atacada, la tasa de pobreza más elevada de España o tener el triste honor de poseer los índices más altos de paro de toda Europa.

Extremadura no puede permitirse cuatro años más de parálisis: nos alejaría demasiado del resto de las comunidades autónomas. Este próximo domingo, 26 de mayo, tenemos la posibilidad de volver a elegir, y de como dice Kiyosaki, buscar una nueva consecuencia.

Esa alternativa a lo actual, ese cambio de rumbo que evita el hundimiento, únicamente lo representa en Extremadura el Partido Popular de Monago. Es el único partido que ofrece una alternativa real al PSOE, pues el resto han dejado bastante claro un pacto con Vara.

Por eso, es tan importante la implicación de los ciudadanos, porque está en juego nuestro presente, pero, sobre todo, el futuro de nuestros hijos. Porque se lo debemos a ellos, pero también a nosotros.

Estamos obligados a ofrecerles una alternativa para que no suceda lo que ha sucedido durante estos cuatro años, que más de 11.000 jóvenes se han visto obligados a buscar trabajo fuera de nuestra región. Extremadura no se puede permitir esta sangría de talento, pues a este ritmo, estaremos condenados a desaparecer.

El domingo toca volver a elegir, y tenemos que tener en cuenta el balance de estos años en los que Extremadura se ha parado en un contexto general de crecimiento.

Los extremeños han vivido en sus carnes las consecuencias de ese gobierno que tanto prometió en 2015 ante notario. Extremadura no está para más experimentos.

El día 26 de mayo, la única alternativa a esas consecuencias nefastas la representa el Partido Popular.