Zapatero no quería adelantar las elecciones --para evitar la foto histórica del fracaso de su paso por la dirección del PSOE-- pero ahora es el entorno de su sucesor (Rubalcaba ) el que presiona para que concluya la legislatura, convoque elecciones en otoño y desaparezca cuanto antes del Gobierno y el partido. Un manejo caprichoso frente al que todos callaban cuando premiaba con nombramientos ministeriales a quienes rechazaban los ciudadanos en las urnas o fracasaban en su gestión (Sebastián, Trinidad Jiménez, Leire Pajín ) o cambiaba de manera irreflexiva algunas de las reglas de juego asentadas durante la Transición, como fue el caso del controvertido Estatuto de Cataluña. Callaron cuando transformó al PSOE, partido centenario acostumbrado a debatir en sus agrupaciones, en una organización presidencialista a la americana con un aparato de propaganda dedicado en exclusiva a jalear las ocurrencias de ZP.

El tsunami provocado por los resultados de las elecciones municipales --el PP gobierna en 34 capitales de provincia y en la mayor parte de las grandes aglomeraciones urbanas del país-- parece que ha retirado la venda que cubría los ojos de algunos de los que no fueron capaces de levantar la voz para criticar las ocurrencias de quien se había hecho con el partido aprovechándose de las miserias que aparejan las rivalidades internas (Alfonso Guerra aliándose con Maragall para impedir la elección de Pepe Bono como secretario general).

Ahora que la última derrota electoral aboca al PSOE a un futuro desolador --algunas encuestas avizoran mayoría absoluta para el PP--, parece que algo se mueve en el seno del partido que hereda sin votación interna a Rubalcaba. Se mueve para emplazar a Zapatero a zanjar el agónico final de la legislatura. Según algunas fuentes, confían en que a la vuelta del verano los datos de la situación económica sean algo mejores. Esperar a marzo del 2012 pone más en riesgo los intereses electorales del partido, dicen. Las bicefalias nunca han funcionado bien o sólo funcionan cuando manda uno de los dos componentes del tándem. En la que ha montado Zapatero para retrasar su vuelta a León hasta la primavera del año que viene quien manda ya es Pérez Rubalcaba y parece que no está dispuesto a esperar tanto tiempo. Hay empresas de publicidad que han recibido ya encargos de algún partido político para reservar espacios publicitarios en vallas y farolas en los días centrales del próximo otoño. Atentos, pues, a la pantalla.