Pues creo que necesitamos resituarnos tras el derroche de energías en enemistarnos y descalificarnos. Y caer en la cuenta de que ahora nos toca a todos juntarnos para trabajar a tope. A mí no me alegra nada que la crisis económica global vaya a ser durísima ni que el petróleo escasee más y continúe subiendo. Al contrario. Dificulta más nuestra inmensa tarea común de frenar el calentamiento climático y el hambre en el mundo, conseguir el desarrollo sostenible y la paz mundial. ¡Qué enanos parecemos ante los desafíos actuales! En especial cuando oigo hablar de preparar las elecciones del 2012 como si no hubiera inmensos problemas mundiales. Porque para el 2012 tendremos que haber puesto en marcha las reconversiones energética, industrial y de consumo. Para entonces o habremos logrado ya grandes cambios positivos o todos seremos víctimas de nuestro guirigay. Por favor, entierren el continuo insultar de la campaña, la crítica exagerada, la crispación. Hay que restablecer la convivencia porque hay que diseñar bien estas reconversiones e inventar las medidas que menos dolor nos produzcan. Ya no se trata de repartirse escaños sino de apagar animándonos entre todos el fuego global.

Pablo Osés Azcona **

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