Se acercan las elecciones europeas, y los partidos políticos encaran la campaña con talantes distintos y distantes. El PP las había planteado tras la euforia gallega y un equivocado análisis de la situación como un tour de force con el Gobierno. Para nueva desesperación de sus votantes el fallido debate, donde parecía que pensaba hacer sangre pero se ha quedado haciendo vainica, y la imputación del equipo valenciano, tras lo que no era el empecinamiento de un juez hostil y perverso sino algo más que indicios, han rebajado drásticamente sus buenas perspectivas. ¡Otra vez! Zapatero se le ha vuelto a escurrir cual anguila, y pese a la desastrosa situación económica, ya asumida por casi todos como inevitable, el muerto está muy vivo. El PSOE esconde su euforia, actúa desde el Gobierno haciendo oposición de la oposición, saca de la chistera medidas inspiradas en el liberalismo de su oponente, aparca la ideología en temas económicos aunque con guiños fiscales izquierdosos, elige un secretario de Estado de Economía partidario de reducir los salarios y se ensaña en los principios morales de buena parte de la clase media tradicional. Así contenta o encoleriza a unos y otros con un sentido práctico y oportunista que ratifica la astucia, --no sé si inteligencia porque gana elecciones--, del presidente para algunos todavía por accidente y para otros eficiente y elocuente. En fin, ahí están dos grandes como López Aguilar y Mayor Oreja , empeñados en ganar las Europeas, que no son en verdad ni siquiera un test. Porque la realidad es que en esta España nuestra a la buena gente le interesa muchísimo más si Nadal , gran deportista aunque un poco bocazas y flojo en la capital de España, pierde o vence en la Caja Mágica, las votaciones anémicas de nuestra neumática Soraya en Moscú y las únicas elecciones trascendentales son las de la Presidencia del Real Madrid. Mas no desesperen que la solvencia intelectual del país se refuerza con una tesis doctoral cuyo tema es Belén Esteban , insigne creadora del Jorobado de Roterdán .